EN CONSTRUCCIÓN

Fecha: del 09 al 13 de julio de 2012.

Senderistas: Roberto, Marta, Águeda, Toni, Juan, Iván, Toni.

Ruta: Brecha de Roland, Ordesa, Escuaín y Tierrantona.

Reseñas utilizadas: Plano de Alpina (Ordesa Monteperdido) y conocimientos propios.

Comentario:

Tras haber visitado Pirineos con los sobrinos por separado, este año decidí llevármelos a todos juntos lo que me creó la primera dificultad ya que éramos un total de 7 personas por lo que el transporte era un hándicap. Tras valorar distintas opciones, opté por alquilar un furgón Mercedes Sprinter de 9 plazas lo que resultó un acierto en lo referente a la comodidad del viaje aunque el alquiler (320€) y el elevado consumo de carburante (180€ en 1.200km) lo encareció bastante.

La ruta la tenía clara: alrededores del Monte Perdido, zona que me resulta especialmente atractiva.

Debido a que yo era el responsable y que excepto Iván todos eran menores de edad, la planificación del evento la inicie con meses de antelación para no dejar nada al azar.

Comida, ropa, material, rutas,… todo enviado por escrito a los asistentes para que no tuvieran dudas. Solo quedo pendiente el saber donde íbamos a dormir ya que no veía la forma de pasar la semana fuera de refugios guardados y campings, por lo que lo dejé al azar como parte de la aventura.

Lunes 9

Salida a las 10:00 desde Mislata.

14:00 Paradita para comer.

17:00 Llegada a Bujaruelo.

Ruta a pie hasta el refugio de Sarradets .

20:30 llegada al refugio.

Martes 10

08:30 desayuno

09:00 inicio de excursión: Brecha de Roland y Taillón.

12:00 almuerzo (sobrasada y queso)

15:00 comida (jamón y queso)

Lunes 09 de julio de 2012.

Tras recoger el furgón, llenar el depósito y cargar todo, a las 10:30 salíamos desde Alacuas. A las 18:00 tras hacer un par de paraditas para comer algo y preparar las mochilas comenzábamos la ascensión hacia el refugio de Sarradets, se trataba de una travesía de 4 horas para llegar a un refugio en el que no habíamos reservado plaza.

Debido a que no quería peso en las mochilas y abaratar en lo posible el viaje, subimos comida para el dia siguiente, pero dejamos los sacos algunos de los cuales pesaban mas de 2kg. (los sustituimos por una sábana).

Debido a la novedad para los sobrinos y el gran desnivel a cubrir, me puse en cabeza imponiendo un lento pero continuo ritmo que no tuvieron ningún problema para seguir, sin hacer mas que las paradas imprescindibles.

Con miedo a que se nos hiciese de noche por el camino, iba estudiando la posibilidad de acampar por el camino, aunque una vez pasada la cabaña de las Eléctricas, no observé ninguna posibilidad para estar con 5 menores.

Como dificultad poco antes del refugio, tuvimos que pasar un pequeño riachuelo por no decir pequeña cascada con cadenas para asegurarse que atravesamos sin problemas (yo me asuste un poco).

A las 21:45, llegábamos al refugio. Al presentarme en recepción, se quedaron flipaos: julio, 7 personas y sin reserva…. Cualquier otro día de la semana, no hubiéramos tenido cama, bla, bla, bla,… (menudo puro me echaron los del refugio) pero este si teníamos Uffff.

Me enseñaron donde íbamos a dormir y me informaron que a las 22:00 apagaban la luz, por lo que comimos rápidamente los bocatas que llevábamos al efecto y a dormir.

Roberto se pidió habitación con el baño dentro. Jajaja. Dormimos en una habitación con dos columnas de literas de tres alturas con 5 plazas en cada altura, un total de 30 personas. A nosotros nos tocó en lo más alto con unos escasos 50cm hasta el techo.

Martes 10.

Al acostarnos a las 22:00, sobre las 07:00 nos levantamos, nos pusimos a desayunar en la puerta del refugio (cholec, curasan, ensaimadas,…).

Al pagar me sacaron la cuenta como si fueran adultos y no federados y tras comentarles las edades la factura pasó de 122 a 72€ los 7 (50€ menos).

La ruta estaba clara: íbamos a ir hasta donde la montaña nos permitiese disfrutar que es a lo que habíamos ido. Como mínimo llegaríamos hasta la brecha y como máximo hasta el Taillón y vuelta a San Nicolás de Bujaruelo. Enseguida decidí terminar en la brecha ya que el día anterior nos habíamos pegado un palizón para llegar al refugio y estaban todos cansados. Esto nos permitió hacer un tranquilo descenso en el que Juan pudo disfrutar de los distintos tipos de hierbas y rocas (para dormir).

Almorzamos en el refugio tras volver de la brecha, lo cual algunos lo hicieron rápidamente resbalando de espaldas por la pala de nieve que había.

Otra paradita en un vivac del Puerto de Bujaruelo, volvimos a reponer energías en la cabaña de Eléctricas que proveché para inspeccionarla para posteriores ascensiones. Se trata de una cabaña con muchas posibilidades pero como casi todas del Pirineo Aragonés (a diferencia de lo que he visto en el Catalán) abandonada. La federación solo fomenta los refugios de pago, esta estaba para usar en una emergencia y poco mas, aunque con muy poco ofrecería muchas comodidades (una puerta, una ventana, una litera para la esterilla, una mesa y poco mas para ofrecer un mínimo de calidad).

Antes de las 15:00 estábamos comiendo en el parking de San Juan De Bujaruelo. Tras valorar las distintas opciones, decidí que nos quedásemos a dormir en el camping adjunto.

Un bañito en las frías aguas del rio Ara, montamos dos tiendas de tres junto al furgón donde dormí yo y para cenar un caldo de sopistant y cuscus con tomate y atún (todo buenísimo). Mientras anochecía jugamos a polis y cacos en una llanura junto al camping y por la noche partidita de cartas, todo muy divertido. Sobre las 00:00 a dormir.

Miércoles 11.

Sobre las 09:00 nos levantamos, desayunamos y recogimos tiendas y demás bártulos.

Puesto que ya tengo algo de experiencia saliendo con menores, establecí unos turnos para la preparación del desayuno, almuerzo, comida y cena lo que resultó muy efectivo y gratificante especialmente para mí que en otras ocasiones parecía ser la chacha de todos.

Con el furgón lleno nos dirigimos a Torla para coger el autobús para visitar Ordesa iniciando la ruta cerca de las 12:00.

Pim pam pim pam y hasta la Cola de Caballo, no sin antes tener nuestro encuentro con las vaquitas.

A las 12:30 paramos a almorzar junto a un rio, en el que estaban contando los renacuajos que tenía (que no es na) y a las 14:30, comiendo en la Cola de Caballo. Luego la merecida sienta en el valle y pa bajo de un tirón.

A las 20:00 nos estábamos instalando en Tierrantona. Enseguida, todo el pueblo sabía que habíamos llegado. De repente 7 forasteros a gritos por un pueblo pequeño…

Para cenar ensaladas y botes de conserva. Y el “príncipe TONI”. TI TIRI TIRI. Fue muy cómodo el estar ahí.

Jueves 12.

Una de cal y otra de arena. Hoy tocaba ruta relax: El valle de Escuaín.

Nos levantamos tarde, desayunamos y a las 11:30 estábamos en la oficina de información de Escuaín (festival durante el viaje). Decidimos dar la vuelta a los tres miradores: 30 minutos con descansos en cada uno de ellos, para luego retroceder un par de km con el vehículo para poder llegar a unas pozas den rio Yaga donde pasamos toda la jornada bañándonos, comiendo y con las mariposas que estaban cariñosas. El agua estaba muy fría, pero algunos nos dimos varios chapuzones y saltitos.

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